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58 Frases de sirenas

Igual que no hay sirena sin mar, no hay vencedor sin fuerza para creer.

Con los pies en la arena, así es como se siente en casa. Es hija del océano, una vez sirena y para siempre princesa del mar.

Ojalá hubiera nacido sirena, para tener el mar como hogar y la arena como jardín.

No es Ariel, pero es una sirenita.

Puede que no sea una sirena, pero es en el mar y en la arena donde me siento completa.

Soy como una sirena, lejos del mar echo de menos mi mundo, es como si estuviera lejos de casa.

Cuando me meto en el mar, dejo atrás todas las prisas, todo el cansancio. En el mar me renuevo, me convierto en una verdadera sirena.

Con esa hermosa forma de moverse y de contonear las curvas de su cuerpo, sólo puede ser que sea una sierva robada al mar.

Es demasiado hermosa, inteligente y sofisticada. En tierra es una gata, en el mar es una sirena.

Cuando me sumerjo en el aire, me siento como una sirena. Podría quedarme ahí para siempre.

Cuando llega el verano, me convierto en sirena y vuelvo al mar. Ése es mi hogar.

En tierra, mujer; en el mar, sirena. Dondequiera que vaya me transformo. Estoy hecha de carne, agua, sol y arena.

No necesito ser una sirena, ya tengo la profundidad de un mar dentro de mi corazón.

Amo tanto el mar que es casi seguro que en otra vida fui sirena.

Soy una sirena de corazón. Hago de la playa mi hogar y del mar mi razón de ser.

Dulces son los recuerdos de la playa, que a mi alma de sirena le encanta recordar.

Soy una sirena, pelo de sal, piel de sol y alma de mar.

Es en la sal de la arena, el calor del sol y el azul del mar donde me siento en casa.

El sol es un remedio natural que aporta energía, alegría y también bienestar. Para potenciar sus efectos positivos, se recomienda un baño en el mar.

Es inútil, porque soy del mar y me hicieron para tener el pelo al sol.

Soy sol, soy mar, soy arena, soy sirena.

Los pies descalzos sobre la arena, el sol brillando en lo alto, el calor y el mar. No hay otro lugar en el que me apetezca más quedarme.

Mi alma es brillante como el sol y profunda como el mar.

El sol seca las lágrimas, el agua lava el alma, en la playa dejamos atrás todo lo malo.

Mi libertad empieza en el mar y termina en el sol.

Me gusta pasear por toda la playa, con los pies en la arena y el corazón en alta mar.

La felicidad es sentir los pies en la arena, darse un baño en el mar y luego tumbarse en la playa a esperar la puesta de sol.

Lo único que le importa es la playa, bañar su alma, estar bien consigo misma.

Es en la fuerza de la playa, es junto al sol y el mar, donde recargo mis energías y vuelvo a sentirme en paz.

Le encanta la playa, le apasiona el mar, nadie le calienta la cabeza más que el sol.

Arena en mis pies y mi cabeza en el mar. Mi vida es la playa, mi amor es el mar.

Sólo quiere disfrutar de la playa, no preocuparse de nada, conectar con su esencia de sirena.

Sobre la arena escuchando las olas, todo es tan mágico e inspirador. Mi alma de sirena rebosa amor.

Nada me tranquiliza más que sentir la arena en los pies, la brisa en la cara y contemplar la inmensidad del mar.

Que nuestra vida sea siempre inmensa y bella como el mar.

Entre el mar y el amor, me ahogo en tu amor.

El amor es como el mar, no me conformo con los que sólo quieren mojarse los pies, yo quiero zambullirme de verdad.

Si ha de morir, que sea de felicidad, en la orilla de un mar de amor.

Mi felicidad está en el mar.

Vivo así, siempre de cara al mar y de espaldas al mundo.

Cuando no sé adónde ir, voy al mar, allí me encuentro.

El mar lava el alma. Con una ola se lleva el mal y con otra devuelve el bien.

Hay mares que vienen a bien.

Es en la inmensidad del mar donde encuentro toda la calma que mi corazón necesita.

Necesitamos salar nuestros pies para poder endulzar nuestra alma.

Mi esencia es cambiar, no me conformo con ser río, necesito ser mar.

No es el agua azucarada la que alivia, es el agua salada.

Mar, mi dulce hogar.

Mi corazón es como una sirena, sólo sé vivir en el amor profundo.

Es ella quien reina en el reino del mar.

Todas las sirenas sueñan con un amor tan profundo como el océano.

Siempre prefirió el sonido del viento, el calor del sol y el sabor del mar.

Mi canción es el sonido de las olas, mi luz es una mañana de sol y sal.

Su esencia es demasiado profunda para ser explorada por quienes sólo conocen las superficies.

Las sirenas no temen la profundidad, lo que les da miedo es la vida en los bajíos.

Quien baila junto al mar es una sirena, sí, lo es.

Encuentra los tesoros en las cosas más simples de la vida, lección de sirena, seguro.

No tengas miedo de dar el paso.